Esperaba una película sobre la vida de una persona con discapacidad auditiva, y así ha sido. Lo que no esperaba es que, de manera sobria y delicada, construyera momentos tan emocionantes. Muy bien.

Johanne Sacreblu es tan poética y tan política como se ha escrito. Retrata un país monstruoso cuya fuerza pareciera provenir de heridas profundas, un lugar intolerante a la inmigración y con una creciente ultraderecha, Francia —y particularmente París— donde el musical es la catarsis a una serie de sucesos violentos. Porque JS no nos muestra esa ciudad que la humanidad guarda en el inconsciente colectivo como un lugar mítico y hermoso, sino esa otra que también está ahí, pero a la…